MUSEO Y PATRIMONIO: EL ROL DEL CURADOR

Por Norma Alcaman Riffo
Master in Management degli Eventi Artistici e Culturali

El término curador proviene del latín curare, que significa cuidar, supervisar. Actualmente, se utiliza mucho en dos ámbitos: el derecho y las artes, con sentidos diferentes, por cierto.

El curador de arte es el profesional responsable de encontrar y desarrollar el concepto de una exposición, es decir, la idea matriz que se busca comunicar al público. Así también, se ocupa de conservar las colecciones, seleccionar y catalogar las obras, además de contextualizar las piezas que forman parte del museo y que serán expuestas al público.

En general, encontramos dos clases de curador de arte:

a) Dependiente: que trabaja en el mismo museo a tiempo completo, donde muchas veces tiene a su cargo otras funciones, tales como la investigación, catalogación y el desarrollo de las actividades de extensión.

b) Independiente: trabaja con un contrato a plazo fijo para el museo, que externaliza este servicio para que desarrolle un proyecto específico durante un tiempo determinado. A veces es también profesor universitario que escribe artículos en revistas académicas, o bien, tiene un nivel de conocimiento o tal vez un postgrado que le permiten escribir en publicaciones especializadas del ámbito cultural.

De todos modos, con el desarrollo que ha tenido la museología, cabe señalar que la curaduría es una disciplina museal dinámica en constante evolución y que se ha vuelto más compleja con el tiempo. En sus inicios, el curador era como un puente entre la obra y el público y su labor estaba vinculada más bien a la historiografía del arte y la antropología.

Actualmente, por una parte, incorpora nuevas disciplinas a su quehacer, como la educación interactiva, la filosofía a través del pensamiento crítico y las nuevas tecnologías. Y por otra, incorpora nuevos espacios, ya que las exposiciones no se presentan solamente en los museos, sino también en otros espacios, como galerías de arte, estaciones de Metro o centros comerciales, por nombrar sólo algunos.

Si tuviéramos que sintetizar al máximo los múltiples significados del término “curador de arte”, podríamos afirmar que es un investigador, intérprete refinado y comunicador que logra hacer dialogar al artista con el público a través de un relato significativo creado con el orden de las obras expuestas y el recorrido de la exposición. Se trata de un trabajo intelectual de análisis y puesta en valor de las obras, que requiere una amplia cultura, mucha lectura y estudio constante, tanto de historia como de teoría del arte. Todo esto, sumado a una gran sensibilidad, por cuanto el arte se comunica a través de un lenguaje propio, que se percibe a través de los sentidos y que va directo al espíritu.

En definitiva, el curador decodifica y procesa el “mensaje” del artista, luego, con su gran sensibilidad nos conduce a la apreciación estética y la revelación de la riqueza interior de la obra de arte expuesta.

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Museo de Arte Moderno, Chiloé
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Museo M. Borgatello, Punta Arenas
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Museo Marítimo Nacional, Valparaíso
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Museo Padre Le Paige, San Pedro de Atacama
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Museo Artequin, Santiago
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Museo San Francisco, Santiago
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