VISITA GUIADA AL PALACIO PEREIRA

El sábado 8 de junio, junto a un grupo de socios y amigos de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, realizamos una vista al Monumento Histórico Palacio Pereira, que pasará a ser la nueva sede de la dirección del Ministerio delas Culturas las Artes y el Patrimonio y  su Subsecretaria de Patrimonio gracias a la  recuperación patrimonial de este emblemático inmueble del centro de Santiago.

El recorrido fue guiado por Cecilia Puga Larraín, arquitecta -junto a Paula Velasco y Alberto Moletto-a cargo de este proyecto que busca potenciar el Palacio como espacio patrimonial con un rol ciudadano  relevante, por lo que no sólo será un edificio institucional de oficinas, sino que también contendrá espacios expositivos y otros como cafeteria y biblioteca que permitan su uso público.El criterio de intervención de este edificio de 2.247 m2 implica la utilización de una arquitectura contemporánea que respeta la volumetría del edificio original y deja ver las huellas de su historia.

Es así como conviven distintos tiempos en la edificación, la cual es intervenida con altos estándares en cuanto a materiales y tecnología. Los espacios con mayor valor patrimonial se destinan a estudiantes, investigadores y público general. El Palacio Pereira fue construido como casa habitación de la familia de Don Luis Pereira Cotapos, connotado servidor público y hombre de empresa, sucesivamente, Diputado y Senador por la provincia de Talca y Canciller en 1891.

Su arquitecto Lucien Ambroise Henault llegó a Chile contratado como arquitecto de Gobierno y es el autor -entre otros- de los planos de la actual Casa Central de la Universidad de Chile, del Teatro Municipal, del ex Congreso Nacional, etc. El Palacio Pereira constituye un documento de la expresión arquitectónica de esa época. En 1981 el Palacio fue adquirido por el Señor Raúl del Río Alfaro y poco después, declarado Monumento Nacional.

El proyecto consideró la recuperación de aquellas piezas emblemáticas del Palacio, tales como la galería en cruz, sus fachadas hacia las calles San Martín y Huérfanos, recuperando zonas dañadas y consolidando  elementos arquitectónicos originales al edificio. La parte nueva de la obra, destinada a oficinas,  viene a llenar el vacío dejado por el derrumbe de las construcciones originales, devolviendo al edificio su estructura espacial original y cumpliendo con todos los requisitos funcionales de su nuevo uso.

 

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