PREMIOS CORPORACIÓN 2015
En una emotiva ceremonia presidida por el Presidente de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, Carlos Aldunate del Solar, con la presencia de autoridades y personalidades vinculadas al mundo de la cultura y el patrimonio, se llevó a cabo en el Centro Patrimonial Recoleta Domínica, el martes 24 de noviembre, la entrega de los Premios que anualmente otorga la Corporación para distinguir el aporte de personas, empresas e instituciones al rescate, puesta en valor y difusión del patrimonio cutural chileno. El Director del Teatro Municipal de Santiago, Andrés Rodríguez y la Fundación Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI); fueron reconocidos este año en las categorías Persona e Institución Cultural, respectivamente. En nombre de la Foji, recibieron la distinción la Directora Sociocultural de la Presidencia, Paula Forttes, y la directora fundadora, Señora Luisa Durán de Lagos. En educación se distinguió a la Sociedad Protectora de la Infancia, recibiendo el reconocimiento su Presidenta, Alicia Amunátegui de Ross. En la categoría Empresa, se distinguió a Minera Doña Inés de Collahuasi, Recibieron la distinción su Presidente Ejecutivo, Jorge Gómez y su Vicepresidente Legal , de Asuntos Corporativos y Comunidades, Juan Carlos Palma.
Andrés Rodríguez
Andrés Rodríguez Pérez, abogado con estudios de música en Italia, se integró en 1981 al directorio del Teatro Municipal de Santiago, y en 1986 fue nombrado Director General. En sus 34 años a la cabeza del Teatro Municipal de Santiago, ha logrado elevar el estándar de programación del teatro, gestionando con gran dedicación a artistas y compañías internacionales y organizando los cuerpos estables del recinto, con lineamentos de desempeño artísticos claros , lo que implica dejar al país una orquesta y un ballet a la vanguardia musical y escénica en Latinoamérica. Además ha contribuido a la difusión de la música docta y las artes escénicas en nuestro país, fomentando el acceso de los públicos a través de distintos programas. Al mismo tiempo, en los últimos años, ha abierto las puertas de este privilegiado escenarios a otras manfestaciones de calidad de carácter popular.
La Foji
La Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile nace en 2001, durante el gobierno de Ricardo Lagos, con el objetivo de fortalecer, a través de programas de becas y capacitación, concursos, encuentros de orquestas, conciertos, etc, el incipiente movimiento orquestal surgido a partir de los años 60 cuando el director de orquesta Jorge Peña Hen crea las primeras orquestas infantiles en Chile y en sudamérica con jóvenes de escasos recursos. Esta iniciativa fue retomada desde 1991 bajo el liderazgo del maestro Fernando Rosas, con la creación de un Programa de Orquestas que otorgó recursos para capacitar a profesores y directores de orquestas de diversas zonas del país y para crear la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil.
Presidida por la Sra. Luisa Durán, la Fundación captó enorme interés público y se generó un explosivo aumento de orquestas desde la propia ciudadanía. Cada año participan 12 mil niños y jóvenes en orquestas y un millón de personas asisten a cerca de 3.000 conciertos ofrecidos por orquestas juveniles e infantiles en 190 comunas del país. El Programa de Becas de la Fundación favorece a niños y jóvenes de escasos recursos que conforman orquestas y a jóvenes músicos de nivel superior. Anualmente se realiza un concurso que entrega 1.500 becas a niños de Arica a Punta Arenas.
A través de sus orquestas, la Fundación contribuye al rescate y difusión del patrimonio musical chileno presente en el repertorio de los compositores nacionales, así como al desarrollo de nuevos talentos y la creación de nuevos repertorios. Al mismo tiempo, la Fundación contribuye a la tan necesaria descentralización cultural, fomentando el desarrollo de encuentros organizados desde las propias regiones, eventos que han proliferado desde el 2004 en casi todas las regiones del país. Ciudades como Iquique, San Fernando, Concepción, Antofagasta, Paihuano, San Antonio y muchas otras, están ayudando a crear mayores espacios culturales para el país con sus propios encuentros de orquestas.
La Protectora
La Sociedad Protectora de la Infancia, es una organización laica sin fines de lucro, de inspiración católica, con más de 120 años de trayectoria en la protección y mejoramiento de las condiciones de vida presentes y futuras de los niños en riesgo social de Chile. Su objetivo es desarrollar al máximo el potencial emocional, intelectual y espiritual de la infancia de nuestro país, desde la fe cristiana, con énfasis en la excelencia de los programas sociales y educativos mediante profesionales comprometidos humana, técnica y espiritualmente.
Su labor abarca actualmente desde el aprendizaje integral de los niños y el fortalecimiento de las competencias de los padres, hasta la elaboración del maltrato y abandono infantil. Cuenta con 51 programas, sociales y educacionales, en siete regiones del país donde atiende a más de 10.000 niños, niñas y jóvenes entre 0 y 18 años, sus familias y comunidades. Posee 8 jardines infantiles y una Fundación Educacional integrada por 5 colegios. En los colegios de dicha institución la Corporación presentó su programa de educación patrimonial Descubre tu Patrimonio, consistente en una muestra itinerante y un cuadernillo de actividades para desarrollar temáticas con los alumnos.
La historia de “la Protectora” se remonta a 1894, en el contexto de la Guerra del Pacífico, que deja muchos niños huérfanos, y de la Encíclica “Rerum Novarum” que, con su llamado a realizar una acción social transformadora , inspira la creación de la protectora como una institución de beneficencia sin fines de lucro para cubrir las necesidades básicas de techo, alimento y abrigo para 30 niños que alberga en su primera casa de calle Matucana. Sus fundadoras fueron Emiliana Subercaseaux de Concha y Josefina Gana de Johnson. En 1936 el Directorio, movido por el interés de integrar los niños al desarrollo agrícola, adquirió el Fundo Las Nieves en Puente Alto, lugar que hoy alberga la sede principal de la Institución.
Minería comprometida
En la categoría Empresa, se distinguió a Minera Doña Inés de Collahuasi,
La actividad de la minera Collahuasi , ubicada al interior de Iquique, se inició en 1880 con la explotación de cobre y plata de alta ley, operación que se interrumpió el año 1930 a raíz de la crisis económica mundial. Las actividades en el área se reiniciaron en 1978, en el yacimiento Rosario, y, en 1991 se descubre el yacimiento Ujina. A fines de 1996 se dio inicio a la etapa de desarrollo y construcción. La Compañía inauguró su operación comercial en 1999 y desde entonces ha desarrollado una labor en estrecho diálogo con las comunidades en las cuales se inserta, considerando los aspectos relativos a la explotación de recursos naturales, la diversidad cultural y social del entorno de la empresa, y los elementos económicos relacionados con la operación.
Minera Collahuasi se encuentra dentro del reducido grupo de empresas que han desarrollado una línea sostenida y coherente de apoyo a proyectos culturales y patrimoniales, haciendo uso de la Ley de Donaciones Culturales, con una gran compenetración de la empresa. Fundamental ha sido su apoyo a la educación en la región de Tarapacá a través de la Fundación Educacional Collahuasi, y su participación en proyectos como la restauración de iglesias destruidas por los terremotos en la provincia de Iquique, en conjunto con la Corporación Patrimonio Cultural de Chile. Con su apoyo la Corporación ha realizado numerosos proyectos, como es el caso de la exposición y libro a propósito del Centenario de Nicanor Parra, celebrado en 2014; el libro Flores del Norte Grande; los libros sobre los Santuarios de la Naturaleza en Chile y los Sitios de Patrimonio Mundial en Chile, además de la serie documental Cantos del Altiplano, emitida por canal 13 cable, y otras aventuras como la obra de teatro La Casa de los Espíritus, estrenada en el antiguo teatro de Humberstone y luego presentada en el teatro Mori.
Distinción al aporte patrimonial
Personalidades clave en la vida cultural y el servicio público del país, como el ex senador Gabriel Valdés, el doctor Fernando Monckeberg, el arquitecto Fernando Castillo Velasco, el empresario Eugenio Heiremanns, el padre Renato Poblete, el antipoeta Nicanor Parra ,la ex directora de la Dibam, Marta Cruz-Coke y la recientemente fallecida folclorista Margot Loyola, entre otras, han sido reconocidas a lo largo de su historia por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, entidad pivada y sin fines de lucro fundada en 1994.
Por decisión unánime del Directorio de la institución, consolidada como un referente nacional en este ámbito, se ha distinguido también la labor de empresas e instituciones, vinculadas tanto a la cultura como a la educación, como una forma de poner de relieve los esfuerzos e iniciativas realizadas en función del rescate, la difusión y la puesta en valor del patrimonio cultural chileno destacables por su excelencia, compromiso y contribución al desarrollo del país.
Desde 2011 el Premio Corporación Patrimonio Cultural de Chile, se asigna en cuatro categorías: Persona, Institución Cultural, Educación y Empresa. En 2014 fueron reconocidos, respectivamente, el empresario José Said, la Corporación Cultural Teatro del Lago, la Corporación Educacional Barnechea y el Banco Santander.