Entrevista al arquitecto Hernán Rodríguez, Premio al Patrimonio Gabriel Guarda: “No se quiere, lo que no se conoce”

El destacado arquitecto chileno Hernán Rodríguez Villegas (1942) fue recientemente reconocido con el Premio al patrimonio “Gabriel Guarda” que, por primera vez, otorga el Centro del Patrimonio UC en el marco de sus 15 años de vida, y cuyo objetivo es destacar a personas que han orientado su quehacer académico y profesional hacia la docencia, la investigación y la intervención patrimonial.

Conversamos respecto de este premio tan especial -dada la estrecha relación que mantuvo con el padre Gabriel Guarda-, con quien fuera uno de los fundadores de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, presidente y miembro de nuestro directorio durante varios años, y que actualmente se desempeña como director del Museo Andino.

¿Qué fue lo que más lo marcó en su labor de ayudante del Padre Guarda en la Universidad? ¿Definió esta relación su dedicación a la arquitectura patrimonial?

Siendo estudiante de arquitectura en el Comendador, hacia 1968, frecuenté a un grupo de arquitectos, mayores, interesados en la arquitectura tradicional. León Rodríguez, Rodrigo Márquez de la Plata, el padre Gabriel Guarda y el argentino José María Peña, que se vinculó con el naciente Grupo de Amigos de la iglesia de San Francisco. Me incorporé como dibujante en la oficina de Rodrigo Márquez que restauraba entonces la iglesia de Curimón y me hice muy amigo del padre Guarda, que los días jueves “bajaba” a Santiago a investigar en la Biblioteca y el Archivo, avanzando en la habilitación de la casa Anwanter, en Valdivia. Todo para mí era aprendizaje. Diariamente en la oficina y sobre todo los jueves, realizaba encargos menores para el padre Gabriel, como identificar un inventario del siglo XVII, trasladar un mueble del XIX o encontrar a un barnizador a la “muñequilla”. Me impactaba su rigor de conocimiento, su sensibilidad profunda, su admiración por la Creación. Sin duda me motivó a investigar, a recrear la materialidad del pasado. Se debe a su influencia mi “Historia de un solar de la ciudad de Santiago, 1554-1909”, publicado por la revista Historia 11, Instituto de Historia UC, 1972-1973, recuerda Rodríguez.

¿Cuál sería a su juicio la relevancia del Padre Guarda en la mirada que existe hoy hacia el patrimonio arquitectónico chileno y su preservación y restauración?

Visionariamente, la Escuela de Arquitectura de la UC aprovechó los jueves del padre Gabriel y lo incorporó a su planta de profesores dictando un curso sobre arquitectura tradicional chilena que, a poco andar y con la participación de la profesora ayudante Amaya Irarrázaval, se focalizó a la conservación de la arquitectura de la zona sur, generando talleres donde los alumnos hacían levantamientos e investigaciones de importantes conjuntos urbanos y rurales, los que se publicaban por la Ediciones Universidad Católica de Chile. Por diez o más años se llevaron a cabo los talleres de historia, relevamiento y conservación de arquitectura tradicional chilena, abarcando desde el Valle de Elqui a Chiloé, enriqueciendo la formación de más de un centenar de alumnos de arquitectura.
Algunos fueron:”Conjunto Urbanos, Históricos, Arquitectónicos. Valdivia, s. XVIII-XIX” Santiago 1980; “Iglesias de Madera. Cautín – Llanquihue 1850-1919” Santiago 1983; “Iglesias de Chiloé” Santiago 1984; “Capillas del Valle de Elqui” Santiago 1986;”Colchagua. Arquitectura Tradicional” Santiago 1988, entre otros.

¿Qué cree usted que nos falta como país para poder proteger y preservar nuestro patrimonio arquitectónico en forma seria y constante en el tiempo?
Entre otras carencias, existe una fundamental: reconocer los méritos de nuestra arquitectura tradicional. No se quiere lo que no se conoce. Es un largo camino para recorrer, camino que se inicia reconociendo belleza y fealdad. Ojalá desde la infancia, educar en la belleza.

La entrega oficial de este premio se realizará el próximo 28 de diciembre en el mismo Monasterio de los Benedictinos, construido entre 1962 y 1964 por el arquitecto Gabriel Guarda y el monje Martín Correa, en el barrio de San Carlos de Apoquindo.

 

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Hernán Rodríguez Villegas
Hernán Rodríguez Villegas