Carlos Aldunate, Director del Museo Chileno de Arte Precolombino

Bajo el nombre “Museo Chileno de Arte Precolombino: encuentro con las raíces  de nuestra diversidad cultural” el martes 30 de mayo, la Corporación Patrimonio Cultural de Chile tuvo como expositor en su conferencia – almuerzo en el Club de la Unión, al Director de este Museo, Carlos Aldunate del Solar.

De profesión abogado y arqueólogo, formado en la Universidad de Chile; académico; investigador; miembro del  Directorio Nacional del Consejo Nacional de la Cultura y Presidente de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, entre otros cargos destacados, Carlos Aldunate asumió la dirección del Museo Chileno de Arte Precolombino desde su creación en 1981, por encargo directo de su fundador, el arquitecto – Premio Nacional en 1972 –  don Sergio Larraín García – Moreno.

Administrado por la Fundación Familia Larraín Echenique, este Museo –uno de los más importantes del mundo en su ámbito- funciona en el remodelado edificio del antiguo Palacio de la Real Aduana.  Declarado Monumento Nacional en 1969, fue construido en 1805 según planos del arquitecto italiano Joaquín Toesca –autor del Palacio de la Moneda, entre otros importantes edificios.eEl inmueble fue cedido en comodato a la Fundación por la Municipalidad de Santiago que es, además, uno de sus principales aliados y colaboradores.

Creado para difundir la riqueza de las culturas precolombinas del continente americano, con un énfasis particular en el valor artístico de sus piezas, acorde a la visión de su fundador -quien también fue un destacado coleccionista de arte contemporáneo en su tiempo- durante sus 35 años de vida, el museo ha recorrido un significativo camino en el esfuerzo por dar acceso universal a este valioso patrimonio, teniendo por misión inspirar y encantar a las personas, a través del arte precolombino, conectándolas con las raíces indígenas de Chile y América

Es así como ha implementado políticas de gratuidad y subsidio en el valor de entradas para permitir el acceso a los grupos más vulnerables, adaptado sus instalaciones para el ingreso y  desplazamiento de personas con movilidad reducida, así como el  acceso a sus contenidos de personas con capacidades diferentes.Además, ha desarrollado programas y contenidos digitales de mediación educativa para estudiantes, así como recursos museográficos que permiten, en general, una compresión satisfactoria de los elementos patrimoniales que allí se exponen.

Las más de 10.000 piezas de su colección se agrupan en ocho áreas culturales, desde México hasta Chile, pasando por el Caribe, el Amazonas, los Andes Centrales y Argentina, incluyendo, además de objetos precolombinos, un conjunto de piezas etnográficas de la cultura mapuche y aymara. Parte importante de ella se exhibe en una de sus dos exposiciones  permanentes, titulada  América Precolombina en el Arte, . Distribuida en siete salas, que totalizan una superficie de 740  m2, hay 75 unidades expositivas en las que se exhiben  aproximadamente 700 piezas precolombinas. mientras que su más reciente muestra estable Chile antes de Chile, está dedicada exclusivamente a nuestro país, abarcando desde los más antiguos grupos de pescadores y cazadores recolectores que habitaron nuestro territorio, hasta los actuales pueblos originarios, dando cuenta de cómo estas culturas ancestrales forman parte viva de nuestra identidad cultural diversa.

Esta muestra ocupa una gran sala subterránea  de 450 metros cuadrados,  especialmente construida para este efecto gracias al apoyo de Minera Escondida y la Ley de Donaciones Culturales, la cual fue inaugurada en 2014. Con una cuidada museografía, centrada en facilitar la experiencia del visitante, Chile antes de Chile presenta 300 objetos en 17 grandes vitrinas y otras unidades expositivas. La exposición está dividida en cinco regiones geoculturales: Norte Grande, Norte Chico, Zona Central, Zona Sur  y Rapa Nuí (Isla de Pascua), la colección exhibe desde momias de la cultura Chinchorro, quipus (instrumentos incas de contabilidad) o tejidos del norte grande.  Junto con esta gran obra, fueron construidos recintos de laboratorio y depósitos de conservación de las piezas no expuestas.

Sus exposiciones temporales han constituido, asimismo, verdaderos hitos respecto a la difusión del patrimonio precolombino de Latinoamérica, destacando entre ellas muestras como la actual El arte de ser Diaguita, Mantos Funerarios de Paracas, Oro de Colombia, Chimú, laberintos de un traje sagrado, por nombrar sólo algunas, constituyendo también un espacio para la visibilización de la cosmovisión y realidades de las comunidades indígenas de nuestro país.

Destaca asimismo su biblioteca, con una extensa colección con más de diez mil  libros de arqueología, etnografía, antropología y prehistoria de las culturas prehispánicas de América y un archivo que recoge el patrimonio audiovisual de pueblos originarios actuales de Chile y América, además de su archivo sonoro.