CONSTRUCCIONES DE LA MEMORIA: NO ESTAMOS HABLANDO DE CUALQUIER LUGAR CIUDADANO, PARTE II

Y FINALMENTE ¿BAQUEDANO DÓNDE?

 

Por Patricio Gross, Arquitecto

Como hemos comentando, estamos convencidos que la actual plaza requiere de una urgente remodelación urbanística eliminando la rotonda, uniendo linealmente Alameda con Providencia y creando hacia el norte una explanada dura para acoger las manifestaciones que desde hace años se dan cita en este lugar. No compartimos la última propuesta de la Municipalidad de Providencia, aunque entendemos su preocupación por devolver a la puerta de entrada a la comuna un aspecto agradable, limpio, renovado, borrando los signos de la barbarie. Este es un lugar cargado de simbolismos y uno no menor es ser encuentro espontaneo de legitimas manifestaciones sociales, libres de violencia, pero que reúnen numerosas personas que tienen el justo derecho de hacer uso de espacios públicos y velar por ellos. Por ello, sugiero sumarse al ya mencionado Eje Alameda Providencia y unir esfuerzos con el Municipio de Santiago y la Gobernación Metropolitana, la que ya ha manifestado su entusiasmo y disposición al respecto.

¿Y Baquedano dónde? ¿En la nueva explanada? Difícil, irrelevante, expuesto.
¿En alguna bodega esperando otros tiempos o en un recinto militar olvidado del reconocimiento ciudadano? Tampoco.

Reunamos a nuestros máximos héroes militares, donde ya se recuerda a cuatro de ellos, todos cabalgando, Alameda con Avenida Bulnes, Plaza de la Ciudadanía, La Moneda, otro hito de la ciudad. Traslademos a nuestro principal prócer, don Bernardo O Higgins, al frente sur de la Plaza de la Ciudadanía, en el centro de ella y en el eje de La Moneda, presidiendo la Alameda que lleva su nombre y en un punto de indiscutible relevancia y destacadísima presencia. Mantengamos a San Martin en el mismo lugar de siempre y frente a él, al oriente, repongamos a José Miguel Carrera, en el lugar que hoy ocupa el General Manuel Bulnes. Este se traslada al inicio de la Avenida Bulnes, al sur de la Alameda y en el lugar que ocupa hoy don José Miguel. Finalmente, el espacio que ocupaba O Higgins, en un lugar de honor, ponemos a nuestro General Baquedano, frente al Ministerio de Defensa Nacional.
Los tres primeros, héroes de la Independencia Nacional y los dos últimos, generales en jefe de las guerras contra la Confederación Perú-Boliviana y la Guerra del Pacífico.

PLAZA CHILE

Ante todo lo dicho más arriba y el anuncio del retiro definitivo del plinto que sustentaba la estatua ecuestre del General Baquedano, señal definitiva que del no regreso a la plaza que llevaba su nombre, es imposible pensar que la nueva plaza – espacio cívico por excelencia – deba seguir llamándose como la conocíamos hasta ahora. Por lo demás, ella ha tenido muchos nombres desde su configuración en la época del Intendente Vicuña Mackenna: La Serena, lugar de nacimiento de Pedro de Valdivia, 1872-1875; Colón en 1892 a propósito de la conmemoración de los cuatrocientos años del “encuentro de dos mundos”; Italia en 1910, a causa del regalo de ese país de una bella escultura con motivo del primer Centenario de la Independencia Nacional; y finalmente como la conocíamos desde 1928, levantada por erogación popular junto con la Tumba del Soldado Desconocido en 1931, ya que el intento ignominioso de llamarla Dignidad no merece recordarlo.

Por ello propongo llamarla, y lo he venido planteando desde mucho tiempo, Plaza Chile, cómo signo de unidad y reencuentro, independientemente de dar un digno lugar público al General Baquedano en Santiago.

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